Después de marcharme a toda prisa y sin decir nada, he decidido volver, aunque comprendo que nadie me lea ya. Estas cosas van y vienen y he tenido un verano un tanto ajetreado: el final del tratamiento del Rubio, dos asignaturas mortales que superé a duras penas...pero que superé, por lo que entradas como la última espero que no se repitan.
Sin embargo, el principal responsable de mi ausencia es este granuja:
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Es tan blandito que me quiero morir!!!!
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Es un cruce de perro de aguas, se llama Tyrion, actualmente tiene ya seis meses y hace honor a su nombre: es pequeño, pero muy, muy listo. Tanto que ya sabe hacer la croqueta, dar la pata, echarse, sentarse y esconderse cuando por la noche le toca meterse en su sitio a dormir; prefiere aposentarse en el sillón de Señor Padre o en mi sitio del sofá. Además, es raro como sólo puede serlo el perro de la Perra Verde: a pesar de ser cruce de perro de aguas, es hidrofóbico. Bañarlo es una batalla encarnizada, de la piscina quiso salir desesperadamente y el mar le da miedo. Pero le queremos igual.
Así que nada, abrimos temporada 2012-2013, retransmitiendo las peripecias del último año en la facultad, la preparación del MIR, el adiestramiento de Tyrion para que deje de morderme la ropa y demás chorradas y rarezas de la Perra Verde, como que ayer me respondió a un tuit Constantino Romero.
Saludos!
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