Yo tuve que conocer a Potenciales Suegros (y no sólo eso, también a Potenciales Cuñados, a un tío, una tía, una abuela y un abuelo del Rubio) y, aunque fuera por circunstancias que escapaban a nuestro control, y aunque Rubio no me obligó...ha llegado la hora de la vendetta.
Es lo justo.
Ojo por ojo.
Diente por diente.
Potenciales Suegros por Señores Padres.
Y lo peor es que a mí también me va a dar cosa. El primer novio que presento en casa y es vasco. De ésos que vienen a invadir y a colonizar Cantabria. De los Invasores.
Pero tengo ganas de quitarme el tema de encima, más que nada para que mis padres dejen de preguntar si tan feo es, que no le quiero enseñar. Y para que la gente deje de decirnos que es raro que después de dos años y nueve meses aún no le conozcan. A mí no me parece raro, me parece lo más normal, de hecho, hasta que no llevemos unos quince o veinte años juntos, que se vea que es ya una cosa seria, no veo la necesidad...
Pero la vendetta es la vendetta. Y, aunque cada vez que se lo he propuesto ha puesto esta cara:
No, ¡Esa cara no! ¡Cualquier cosa menos esa cara!
Al final le he convencido...
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